Me lo explicaron claramente.
Estuvieron dándome ánimos hasta el último momento. Y después, también.
No te preocupes. Tú, corre. Corre como si perdieras la vida. Solo deja la línea blanca a la derecha, no la pises, y si la pisas, no te preocupes. ¡Corre!
Me trataban bien. Me sentía tranquilo. Me dijeron: ¡Ahora! ¡Ya! ¡Corre!
Lo hice. Vaya que sí lo hice. Y me sentí muy satisfecho. Conseguí no pisar la línea blanca, solo el suelo de arena rojiza. Eso sí, me sorprendí mucho, muchísimo, cuando después de haber corrido tanto me encontré con ellos otra vez. ¡En el mismo sitio! No lo entendía, pensé que no habría de verlos nunca más.
Levanté la mirada y había otros como yo, sudorosos, cansados. Todos tenían una línea blanca a su derecha, como yo. ¡Ah! ¡Sorpresa!, también tenía una línea blanca a mi izquierda.
Creí percibir una pequeña diferencia. Ellos, aparte de cansados, parecían tristes.
Y mientras observaba esto, me sentía zarandeado, aplastado, abrazado, empujado… Los gritos a mí alrededor no me dejaban entender nada… pero parecían decir ¡ánimo chaval!, ¡has ganado!
No te preocupes. Tú, corre. Corre como si perdieras la vida. Solo deja la línea blanca a la derecha, no la pises, y si la pisas, no te preocupes. ¡Corre!
Me trataban bien. Me sentía tranquilo. Me dijeron: ¡Ahora! ¡Ya! ¡Corre!
Lo hice. Vaya que sí lo hice. Y me sentí muy satisfecho. Conseguí no pisar la línea blanca, solo el suelo de arena rojiza. Eso sí, me sorprendí mucho, muchísimo, cuando después de haber corrido tanto me encontré con ellos otra vez. ¡En el mismo sitio! No lo entendía, pensé que no habría de verlos nunca más.
Levanté la mirada y había otros como yo, sudorosos, cansados. Todos tenían una línea blanca a su derecha, como yo. ¡Ah! ¡Sorpresa!, también tenía una línea blanca a mi izquierda.
Creí percibir una pequeña diferencia. Ellos, aparte de cansados, parecían tristes.
Y mientras observaba esto, me sentía zarandeado, aplastado, abrazado, empujado… Los gritos a mí alrededor no me dejaban entender nada… pero parecían decir ¡ánimo chaval!, ¡has ganado!
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texto: Corre - OVNM 070930/080323
fotografía: @444-FB-071124-3840-Anillos
música: Lisa Gerrard - Biking home
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11 comentarios:
Pero qué bien escribes... Además me gusta lo que tan sutilmente deslizas entre líneas. ¡Enhorabuena!
Un beso :)
Las historias de ganadores, aunque sean inconscientes de ello, no son de mis preferidas.
...Pero tienes un puntito escribiendo: siempre sorprendes.
ves? si es que tanto deporte acaba atrofiando...donde esté el yoga...
Leyendo, pensé en qué podrían parecerse la angustia del perdedor y la del ganador. Porque en ambos existe un momento de angustia.
Recupero hoy una de mis primeras publicaciones,
del 30 de Setiembre de 2007,
esta vez con fotografía y música, como ya viene siendo habitual.
La música le va que ni pintada y la foto... me despistó el título de la misma, ja! Un abrazo, un placer releerlo.
Desde el 30 de septiembre hasta ahora sin parar de correr.
Eres el nuevo Forrest Gump.
¡¡Corre, ÑocoForrest, corre!!.
:P Sosbe.
jeje, no sabía de qué hablabas en este escrito hasta que llegué al final... como si de una meta literaria se tratara traspasé la línea blanca y te entendí :-) Me encantó, un abrazote!!
Ah, la música. Que ganas de hacer magia. Aquí hemos ganado todos.
Abrazo.
Debe estar bien correr, pensar que vas más deprisa que los demás, que no te alcanzarán y que llegarás a dónde sea que tengas que llegar, el primero.
Hay sensaciones que si no se expermentan no se tienen nunca... pero puedes vivir sin ellas.
Pues después de leerlo dos veces he ido a los comentarios del resto y entonces comprendí que yo entendí algo que nadie más entendió. O mejor dicho, todos han entendido algo que yo no he visto. La llave a esto la tienes tú, Ñoco. Tu versión solo la sabes a ciencia cierta, tú mismo.
Me gustó mucho el texto pero a mi me hizo sentir (me transmitió) una sensación de angustia, de correr, de tener que hacerlo y que sin entender el por qué no se debía parar. Pero al final, como muchas veces sucede no siempre aunque se hagan las cosas como uno cree que es mejor, se consigue lo que se merece o se busca.
Esas caras de tristeza al final del camino, fueron como un bofetón de realidad . Del que huye para tener un mundo mejor pero no consigue lo soñado, siempre algo se escapa de su control, siempre necesita ayuda pero no siempre ésta llega.
Pues ya ves, eso me dijo a mi.
Enhorabuena por tu publicación, por la foto y por la música. Todo en conjunto.
Un beso.
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