4.1.08

100 - D.O.P.D.L.R.




DOPDLR
Pequeña guía para orientarse


Lo sé. Y lo he sabido siempre. Eso creo.

Ahora puedo manejar un lenguaje inteligible para este estado de la realidad. Ahora puedo manejar algunos conceptos comprensibles. Pero me cuesta. Esta nueva adaptación cuántica supone un nuevo esfuerzo. Los distintos planos de la realidad siempre suponen una especie de jet-lag así se dice, creo. Forma parte de los nuevos vocabularios de las nuevas realidades. Antes no los necesitaba. Ninguno.

Teníamos un mundo perfecto, diría. Ahora, desde otro plano, comienzo a tener mis dudas.

Era un mundo cálido, la única palabra de aquel lenguaje para describir sensaciones térmicas. Era acogedor. Todas nuestras necesidades estaban resueltas. Diría, también, que el concepto necesidad no existía. Todo iba bien. No necesitábamos lenguajes. La comunicación era global, instantánea. Tal vez un equivalente metafórico del punto Omega, no sé, ahora creo discernir, en poco tiempo, tres puntos Omegas con significados diferentes. Tal vez me guste más el de Teilhard de Chardin que el propuesto por Frank J. Tipler. Da igual.

Ahora lo veo más claro, Desde Otro Plano De La Realidad (DOPDLR). Vivíamos en un mundo marrón (ahora que sé de colores), dulcemente amoroso, envolvente, cálido (lo dije) y con un olor especial (ahora lo digo que sé de olores). Y éramos felices, todos. Felices e iguales. Y lo fuimos durante evos (no sé precisar la duración de un evo). Pasados evos, por alguna mutación, tal vez, algunos de nosotros comenzaron a distinguirse de los demás. Se dotaron a si mismos de algunas atribuciones. Y comenzaron las conjeturas. Todos teníamos el conocimiento instantáneo y veíamos claramente como se inventaban las necesidades. Nos empezamos a preguntar cosas. Cosas de nosotros mismos o para nosotros. Descubrimos el cerebro, que ahora estoy utilizando a duras penas. Ya en este plano de la realidad sé, que "El cerebro es el secreto mejor guardado de la naturaleza". Según Eric Kandel, neurocientífico. Y estoy de acuerdo. A duras penas alcanzo a ver donde está el mío.

Las primeras preguntas se resolvieron fácilmente. De donde venimos, a donde vamos y que hacemos mientras tanto. Nuestros más aventajados, no contestaron. Sencillamente dijeron que lo importante era el concepto del color, otros se inclinaron por la calidez y unos terceros, por el olor. Y lo consiguieron. Consiguieron dividirnos en tres grupos, aunque algunos preferían mezclar conceptos, desde lo dual a lo trino. Ahora, DOPDLR, veo que las palabras encajan en las distintas realidades, uno, dúo, trino. Y ellos se encargaron de administrar la reverencia suprema. Sutilmente, se autoproclamaron algo. Mucho caso no hacíamos, pero al final, ellos salían siempre ganando. Y dejamos de ser iguales. No obstante, nuestro mundo seguía igual. Hubo pocas excepciones, algunos, y me incluyo, preferimos no aceptar esa división y organizamos nuestra propia creencia, llamémosle así. Yo, por ejemplo creé MUIC, (mi unipersonal intransferible creencia) Obviamente, no fuimos bien aceptados, e incluso, algunos fueron eliminados de nuestro sistema perfecto. Simultáneamente, algunos monopolizaron algunos aspectos de nuestra organización social, o sea, la no organización y masa uniforme. También salieron ganando. Generaron grandes discusiones globales e instantáneas lo que llevó a la desaparición de parte del tejido social. Pero éramos buenos reproductores, luego no pasó nada. Nuestra misión, también global, continuaba.

Cuando el bioquímico Francis Crick, descubridor de la estructura molecular del ADN, reconoce que "nuestro conocimiento de las distintas partes del cerebro sigue en un estado muy primitivo (...) Todo está por descubrir...". Esa información me llega en este plano de la realidad, pero ya estaba presente en la nuestra. No obstante, nuestros cerebros funcionaban, bien, y sin saber la razón. De este modo, entre los inconformistas, surgió un nuevo tipo de gente. Eran los osados investigadores. Se lanzaron pronto a elaborar teorías. Al no saber de dónde veníamos ni a dónde íbamos, se preocuparon del dónde estamos. Y se descubrió el gran secreto, o eso creemos. Yo, ahora, DOPDLR, lo sé, eso y mucho más. Se pensó, (muy acertadamente sé ahora yo) que proveníamos de una gran explosión, que llamamos “The Big Pfff”. Ese gran Pufff generó una inmensa cantidad de calor, en el que cálidamente vivíamos y febrilmente trabajábamos. Nuestra vida cuántica era la que era, ni más ni menos, pero se llegó a deducir que ese “Big Pfff” iría seguido de una pérdida constante de calor hasta llegar a la Entropía del “Slow Fppp”. Y estábamos entretenidos. No nos preocupaba, no llegaría nunca. Algunos no creían en el FinDelMundo, sin embargo, para nuestros investigadores estaba ahí, cerca.

Ahora yo, en este nuevo plano de la realidad tengo un cerebro, que actúa como un sofisticadísimo superordenador que, a través de un lento y progresivo proceso evolutivo, se ha ido perfeccionando en sus funciones hasta el punto de diferenciarnos cualitativamente del resto de los seres vivos. Mi masa de tejido gelatinoso de color gris -de unos 1.300 gramos de peso, más que menos,- contiene alrededor de 100.000 millones de células conocidas con el nombre de "neuronas" y que constituyen las unidades básicas del sistema nervioso. Con esta prodigiosa herramienta, aunque defectuosa, ya que estoy perdiendo la facultad de la comunicación global e instantánea, he podido acceder a los secretos, de mi otro y primigenio mundo, u plano de la realidad, secretos que no desvelaré ya que me avergüenzan un poco.

Ahora veo DOPDLR que hay otras cuestiones más enigmáticas que ni siquiera son planteadas unánimemente por la comunidad científica. Teorías vanguardistas como el "cerebro holográfico" y disciplinas como la Parapsicología, que estudia aquellas facultades más ignotas de nuestro psiquismo, aún se contemplan con gran recelo por los neurocientíficos, que prefieren centrar sus investigaciones en averiguar el funcionamiento de las diferentes zonas del cerebro, descubrir la naturaleza de los neurotransmisores y localizar las áreas que controlan funciones como la inteligencia, la memoria o las emociones.

Estoy convencido. Algo de esto hace posible que esté aquí, ahora, y más tarde en otro lugar. No sé cuál. Quizá tengan razón algunos científicos contemporáneos como el neurofisiólogo Karl Pribam o el bioquímico Rupert Sheldrake, que habían enunciado ciertos postulados revolucionarios sobre el cerebro y la psique humana en los que está muy presente la noción junguiana de la "mente grupal" (junguiana viene de Jung, no de la jungla). Pribam formuló, a principios de los setenta, una sugestiva teoría según la cual el cerebro opera como un holograma, teniendo acceso a un todo mayor. Su "modelo holográfico del cerebro" considera que la memoria y la inteligencia no se encuentran en un área determinado del cerebro sino que están esparcidas por todo él. Cada parte contiene al todo, como ocurre en una placa holográfica. Yo añadiría que el modelo lo podríamos trasladar a mi primer mundo, donde encajaba a la perfección, ahora DOPDLR, el encaje se me hace más difícil, pero es cuestión de aplicar al trabajo alguna de la neuronas desocupadas. Aunque no sé, las investigaciones dicen que no es cierto que empleemos sólo el diez por ciento, empleamos todas las neuronas en distintos momentos y para distintas funciones. El EGG no encuentra zonas sin actividad. Yo disiento, conozco gente con encefalograma plano, bueno, tal vez algo curvado, como mucho.

Decía que nuestros investigadores lanzaron la idea que nuestro mundo era finito, en el sentido de que tiene fin, no delgadito. Después, desde aquí, descubriría que era ligeramente aplanado pero, y lo sé por los viajes astrales. En etapas anteriores tenía más forma cónica para finalmente llegar al plano plano y pasar al estado de disolución total. No respondía esta información a las ondas zeta (de 4 a 7 c/sg.), que me producen estados emocionales y creativos. Quizá, más bien, a las ondas alfa (de 8 a 13 c/sg.), relacionadas con mis estados de relajación y meditación. En algún momento de esos.

El destacado psicólogo Charles T. Tart apunta al respecto que "no cabe la menor duda de que ciertos aspectos de la mente y de la consciencia dependen, parcial o totalmente, del funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. No obstante, existen ciertos fenómenos que parecen un tanto independientes de las limitaciones físicas impuestas por el cerebro y nos obligan a afrontar el problema desde otra perspectiva". O sea, que la visión remota, alguna proyección extracorpórea y las experiencias cercanas a la muerte (ECM) evidencian que la consciencia no se reduce a mi marco físico-tridimensional sino que puede trascender las fronteras del espacio y el tiempo e incluso expandirse a otros niveles de la realidad. De hecho, en mi ECM, tuve la ocasión de verificar conscientemente lo que digo. Otras cosas las sé, simplemente las sé. Pero algunas, las sé de forma consciente. Y es que me maravillo, mi kilo y pico trabajando prodigiosamente, quizá para nada. Por cierto, respecto a mi ECM, pese a la gravedad de la situación, no guardo mal recuerdo. No me preocupaba si regresaría o no. Allí estaba yo, mirando el circo de abajo y lo atareados que estaban todos, bueno, todos menos yo que estaba muy, pero que muy quieto. No obstante, eso podría ser asunto de otra historia.

Cuando nuestros osados investigadores (NOI) llegaron al borde, a los límites, al plus ultra, y se asomaron, no consiguieron ver nada. Efectivamente, nuestros sentidos no podían ver lo que no conocían. Sé que un personaje notable descubrió un Nuevo Mundo. Los descubiertos, no los descubridores, no podían ver las naos, eran tres, que estaban frente a ellos, a poca distancia de la playa, y no las veían. El cerebro no podía percibir o reconocer las naves, dado que carecía de imágenes previas. Con ejercicio, y por los efectos, las olas que producían, conocieron de la existencia de algo. Allí tenía que haber algo. Terminaron viendo. Pues a nuestros osados investigadores les pasó igual. Se quedaron cegados por la gran luz, porque nuestro mundo era marrón, muy oscuro. No sé cuánto tardaron en habituarse y por fin, crearon la luz. Lo demás fue un proceso de tiempo. Admitamos que el cerebro holográfico crea un mundo holográfico. Todas partes del mundo son el mismo mundo, a semejanza de una estructura fractal. Luego, en cualquier plano de la realidad ya somos iguales, tal vez fractales de nosotros mismos. Así que, las células del cerebro, conectadas entre sí a través de millones de ramificaciones (dendritas y axones), forman una vasta red que cumple una misión muy específica: procesar la información sensorial, tanto la que llega del mundo exterior como del propio cuerpo. En un solo segundo, estas células son capaces de procesar hasta 200.000 millones de bits de información. Para ello se valen de sus casi 100 trillones de interconexiones. Con tan simple mecanismo nuestros osados investigadores, aparte de la luz cegadora, comenzaron a descubrir el color, los colores. Rápidamente reconocieron que estaban en un mundo marrón, tirando a verdoso ya que esa luz cegadora provocaba reflejos e iridisaciones.

Fue grande la cosa, no tardaron muchos evos, y descubrieron que no estábamos solos. Había más mundos como nosotros. Muchos. Sobre un algo verde (pronto se empezaron a nombrar los colores) había muchos mundos más que confirmaban las teorías de nuestros más reputados científicos. Si, en distintas fases de evolución. Cónicos, troncocónicos, semiplanos, muy planos, lisos, en desintegración total. Nuestro nuevo vocabulario iba aumentando, la comunicación global e instantánea se iba perdiendo en la medida del auge de los nuevos conceptos. Nuestro cerebro trabajaba intensamente, no sólo había más mundos sino que estaban contenidos en algo. El hemisferio izquierdo trabajaba el pensamiento lógico, verbal y analítico; el hemisferio derecho, por el contrario, se ocupaba de la parte subjetiva, emocional y creativa. Esto provocaba un conflicto permanente. Por ejemplo, lo lógico decía, ¿y todo esto de donde ha salido? Mientras que el hemisferio derecho comenzaba a dar engorrosas explicaciones, cargadas de valor y energía. A su vez, los hemisferios cerebrales no estaban ociosos: el frontal, relacionado con el conocimiento y la inteligencia se comunicaba con el temporal que se encargaba del área auditiva. El parietal, responsable del área sensorial y el occipital del área visual, estaban a pleno rendimiento. Todos ellos trabajando al unísono. Yo, orgulloso, asistía al espectáculo DOPDLR, o quizá, dentro de la realidad.

Lo más doloroso fue la confirmación del “Big Fpp”. Estaba a la vista. Tendríamos que cambiar el paradigma. Nada volvería a ser igual.

Olor, color y calidez, comenzaban a perder sentido. Tendría que haber algo más. El dolor se hacía insoportable.

Inmediatamente, el cerebro encontró una solución momentánea. Comenzó a producir unas sustancias neurorreguladoras que fueron bautizadas con el nombre de endorfinas (opiáceas endógenas). Ya conocidas desde los sesenta, pero este calendario es de OPDLR y que cumplen un papel similar al de determinados alcaloides derivados del opio. Dicha droga bioquímica la liberada para aliviarnos un dolor o provocarnos una sensación placentera. Gracias a ellas íbamos tirando, aunque no todo el mundo sabía producirlas y necesitaba acudir a la búsqueda de productos naturales o artificiales que mitigaran el dolor y, de pasada, intentar llegar a OPDLR.

Pero éramos conscientes. Y esa consciencia nos llevaría más lejos, a descubrir más. "La expansión de la consciencia implica un desarrollo gradual, una evolución histórica que va de lo inconsciente a lo consciente, de lo inferior a lo superior, de lo individual a lo social, de lo personal a lo transpersonal y de lo transpersonal a lo universal", afirma Ana Mª González Garza, profesora de psicología en la Universidad Iberoamericana de México. Ya llegando al final, a lo universal, me encontraría cerca del punto Omega, teilhardiano, o quizá estaríamos siendo marionetas del punto Omega de Tipler. No sé, no sé nada. Mi proceso de evolución de la consciencia debe ser algo defectuoso, tal vez me haya saltado pasos. Pero estoy aquí intentando saber por que estoy aquí, si es que estoy, o tal vez a caballo de OPDLR, o peor, de varios planos simultáneos de la realidad.

Trás haber vislumbrado la existencia de mundos paralelos, lo demás llegó solo. Habría que buscar la forma de contactar con ellos. Mientras, las ondas delta (de 0,5 a 3 c/sg.), activas durante el sueño profundo, se iban encargando de almacenar sueños, procesarlos, y encubrir asombrosas realidades. Ante lo nuevo, por un sentido ético y racional, esos contenidos mentales inconscientes serían censurados y reprimidos, aunque luchasen por hacerse conscientes (de todos modos, a través de los sueños conseguirían una vía de escape expresándose mediante un lenguaje simbólico). Aunque esto será asunto del psicoanálisis, no obstante el Dr. Charles Brenner, nos dice que ”nadie ha demostrado todavía la analogía eléctrica o química de un pensamiento, y justamente es el pensamiento lo que ocupa totalmente al psicoanálisis". O sea, de lo que no hay duda es que nuestros deseos, complejos, miedos, sentimientos e instintos (pulsiones) descansan en el inconsciente, el cual condiciona, en buena medida, nuestra personalidad. Toma ya, yo iba accediendo DOPDLR a OPDLR, y creo que en sucesión continua a OPDLR.

Cuando nuestros osados investigadores dieron las nuevas, todavía mediante comunicación instantánea y global, se produjo una absoluta y generalizada incomprensión de la realidad. El debate decidieron centrarlo en el hecho creativo. Ya conocíamos “The Big Pfff” y el consiguiente “Slow Fppp”. Tendríamos un gran debate. El antes y el después. Inevitable. Quién pone en marcha el proceso creativo. Porqué se para el proceso. Quién o qué lo para.

Nos hacían falta herramientas nuevas. El LSD no parecía suficiente. Teníamos un inconsciente individual, o creíamos tener. El psicólogo suizo Carl Gustav Jung, discípulo de Freud, consideraba que también había un "inconsciente colectivo". Con dicha denominación, Jung se refería a una especie de sustrato o "archivo" psíquico universal que contendría imágenes simbólicas esenciales ("arquetipos"), común a todas las culturas. Esto se habría ido manifestando a lo largo de las épocas en las creencias religiosas, la mitología, el esoterismo, las leyendas, los sueños y también en el arte. O sea, que de alguna forma holográfica, accedíamos al conocimiento. Tal vez así tuviésemos las respuestas. Jung decía: "He elegido la expresión 'colectivo' porque este inconsciente no es de naturaleza individual, sino general, es decir, que en contraste con la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son los mismos en todas partes y en todos los individuos. En otras palabras, es idéntico a sí mismo en todos los hombres y constituye así un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente en todo hombre...". Y eso ratificaba lo dicho. Pronto accederíamos al supremo conocimiento. Volveríamos a rozar el punto Omega, pero no sé cual de ellos.

Vino en nuestra ayuda Lobsang Rampa. Gracias al tercer ojo, y a los viajes astrales pudimos trascender nuestros organismos. Y lo hicimos. El descubrimiento fue horroroso. Asistimos a la creación directa de nuevos mundos, en tiempo real. Recordemos el axioma hermético "el universo es mental" que ahora es defendido por muchos físicos de vanguardia interesados por el fenómeno de la consciencia. Y es que los nuevos paradigmas científicos están planteando asombrosas teorías relacionadas con la mente humana que hacen tambalear el modelo materialista del cerebro. El físico David Bohm plantea asimismo la existencia de una memoria colectiva -a la que denomina "campos morfogenéticos"- que actúa más allá del espacio y del tiempo, determinando los hábitos, formas y conductas de los seres vivos, y transmitiendo además a cada organismo el conocimiento acumulado por su especie. "Según esta teoría, los recuerdos no deben estar necesariamente almacenados en el interior del cerebro puesto que los hábitos y los recuerdos de acontecimientos pasados concretos pueden ocurrir por resonancia mórfica con estados anteriores del mismo organismo", argumenta Sheldrake. Para mi que ya sabíamos lo que íbamos a descubrir, de hecho, si yo estaba en OPDLR lo sabía, otros podrían estar en el mismo plano, o en otros distintos desde dónde tuviesen acceso al conocimiento supremo, que más adelante descubriríamos que no era el supremo del todo.

El descubrimiento en cuestión resultó ser que nuestros mundos eran creados por una estructura muy grande, pero no tanto, nada de inmensa o algo así. Esa estructura, redondeada y roma era bastante móvil. El movimiento era sostenido por cuatro grandes pilares. Había un pilar más, pero no parecía influir en la movilidad. Esta primera estructura tenía un movimiento relativo sobre una superficie desigual y de tonalidad cambiante, desde el verde al ocre, con distintas gamas en cada color. En cualquier caso, la estructura creadora modificaba y alteraba el espaciotiempo entre dos medios distintos al que hasta ahora conocíamos. El nuestro era cálido y húmedo. La estructura alternaba medios secos con acuosos, palabras que no existían en nuestra comunicación global e instantánea.

Más adelante habríamos de sorprendernos de los muchos mundos cómo el nuestro creados por esa estructura.

No adelantemos acontecimientos. Poder estar cuánticamente situados en OPDLR, incluso en otros planos de la realidad instantánea y simultánea, aporta muchas ventajas al conocimiento. Pero cada conocimiento estaba circunscrito a cada una de las OPDLR individuales. El ejercicio que ahora hago es solamente un intento de dominio de conciliar, al menos, dos planos. Este ejercicio me está conduciendo, poco a poco, a un estado esquizoide. En cada momento no sé en que momento estoy, a veces, si estoy en algún momento. Es un problema de física quántica. Por ejemplo, cuanto de mi yo está ahora tratando de ordenar esos millones de neuronas, y disciplinarlas dentro del kilo y pico, para que piensen lo que quiero pensar y eleven mi inconsciente individual a los límites de lo permisible, y sujeten a las ondas delta (de 0,5 a 3 c/sg.) durante el sueño profundo, todo ello de modo que encaje en el inconsciente colectivo que diría Jung (a mi Alfred Adler me encantó, durante algún tiempo).

En resumen, empezamos a tener claro que esa estructura creadora debiera tener un nombre, ya que de momento fue, por evos, la SinNombre, La Innombrable. También fue cuestión de evos. Los tres grandes grupos, calidez, color y olor, comenzaron a migrar hacia lo Innombrable. Incluso, los disidentes tuvieron que admitir que se tenía algo concreto. Yo me mantuve firme, en mi MUIC (ver atrás).

Pero los evos no pasan en balde. Solucionado en mecanismo creador de mundos, se tuvo que admitir que ese ser supremo estaba inmerso en algo, seco o mojado, alternativamente, pero en algo. Nuestros osados investigadores (NOI), tuvieron un nuevo reto, mientras que los que ya estábamos en OPDLR, teníamos las soluciones, que no podíamos dar por vergüenza.

Evo tras evo se llegó al descubrimiento de muchas estructuras creadoras, muy iguales entre sí, color grisáceo, redondeadas, romas y soportadas por pilares móviles. La velocidad era relativa. Desde la estructura era diferente que desde fuera. Tuvimos que elaborar teorías respecto al espacio y la velocidad, relacionándolas con el tiempo. El problema a resolver era que esas velocidades no tenían nada que ver con las internas de nuestro mundo marrón iridisado por fuera, y marrón marrón por dentro.

NOI se desesperaban. Parecía que el esquema no tenía límites, Y todavía quedaba por resolver el enigma de los distintos estados del mundo. Que pasaba, se preguntaban, después del estado plano plano. Y si los mundos se desvanecían, se preguntaban a dónde iban. Algunos aventuraron que volvía a la estructura creadora.

La teoría de Karl Pribam, expresa que nuestro cerebro puede acceder a una "esfera de frecuencia holística", fuera de nuestros límites espacio-temporales, con lo que cobra sentido facultades como la telepatía, la "visión remota" o la psicokinesis, y experiencias trascendentes como los "estados místicos". Y ahí estábamos algunos, Lobsang Rampa y yo entre otros. Fuera de esos límites ya tenía muchas respuestas.

"Si tenemos ESP o fenómenos paranormales -asegura Pribam-, eso significa sencillamente que estamos leyendo en otra dimensión en ese momento. No podemos entenderlo a nuestra manera corriente". Pero nosotros ya habíamos accedido a ese conocimiento prohibido. Si, prohibido taxativamente. Pero ahora no recuerdo cuándo, dónde y quién lo prohibió. Tal vez antes o después del trío Olor, Color y Calidez.

Por su parte, Rupert Sheldrake afirma que
"la hipótesis de la causación formativa quizás pueda proporcionarnos un puente entre la ciencia y los fenómenos parapsicológicos".

Ciertamente, fenómenos como la clarividencia, la retrocognición o la sincronicidad pueden tener también una explicación natural bajo ese novedoso enfoque teórico. Todo el mundo científico del OPDLR ratificaba que estábamos en lo cierto. O que sabíamos, lo sabíamos, y no necesitábamos saber porque lo sabíamos. El hecho determinante era, lo sabíamos. Y tuvo consecuencias. No era yo solo, había mas como yo. Solo encontrábamos un impedimento. Estábamos obligados a un cierto hermetismo. De alguna manera se había instalado en nuestro subconsciente minoritariamente colectivo, un código infranqueable.

Traspasados los límites del espacio y el tiempo, escondidos en cada uno de los pliegues del mundo holográfico, accedimos al conocimiento absoluto, de momento. Había más estructuras productoras de mundos. Los mundos producidos eran directamente proporcionales a cada una de las estructuras. Todas las estructuras se situaban en un plano aparente, desigual, coloreado diversamente, zonas claras u oscuras, verdosas, azuladas o marrones.

Cuando NOI, y nosotros mismos, agudizamos nuestras percepciones sensoriales, pudimos comprobar que algunas estructuras eran móviles verticalmente y los mundos creados eran generalmente planos, totalmente planos, de otro colorido. Para esta alturas, desde OPDLR, los conceptos aplicables a nuestros mundos, (ya éramos más miembros, de procedencias diversas), carecían de importancia. Colores, Olores y Calidez eran diferentes. Tenían en común, las estructuras, que eran móviles, horizontalmente o verticalmente e, incluso, combinados aleatoriamente (no pudimos sacar conclusiones). NOI enseguida hicieron conjeturas acerca de la zona plana de color azulado. Se preguntaban si también habría allí estructuras generadoras de mundos. Y se preguntaban como serían esos mundos, y si se podría llegar a ellos. No hubo problema. En la medida que aumentaban sus preguntas, para las que nosotros, los de las MUIC, teníamos respuestas crípticas, aparecían las soluciones.

Nos preguntábamos si existen realmente evidencias de que nuestro cerebro posee facultades extrasensoriales. Y si existe una energía psíquica capaz de ejercer una acción sobre la materia. Pues bien, desde este plano de la realidad, en la que ahora mismo nos movemos, o creemos movernos, diría que recientemente se han cumplido 130 años desde que comenzara lo que por entonces se conoció como la investigación metapsíquica (precursora de la Parapsicología). Numerosos médiums de aquella época fueron sometidos a minuciosos exámenes por destacados científicos como William Crookes, premio Nobel de Física, o Charles Richet, premio Nobel de Medicina. Aquellos ilustres pioneros reconocieron la realidad de los fenómenos extraordinarios y determinaron que tenían un origen psíquico. Apoyado en la teoría del "inconsciente", el filósofo Frederic W. H. Myers elaboró en 1895 la hipótesis del "Yo-subliminal", un nivel psíquico en el que pueden conectarse diversas mentes, explicando así los fenómenos telepáticos. Y esto lo explicaba todo.

Ahora sabíamos que debíamos tener prisa. Nuestra comunicación global e instantánea se estaba perdiendo pero todavía quedaba energía hasta la Entropía. Aquí me permitiré una salida de tono, será una nota aclaratoria. Cuando se plantea la pregunta: ¿por qué ocurren los sucesos de la manera que ocurren, y no al revés? se busca una respuesta que indique cuál es el sentido de los sucesos en la naturaleza. Es decir, ¿por qué cuando se cae un vaso se rompe en miles de pedazos y nunca, se ha observado que los miles de pedazos de cristal saltan espontáneamente del suelo para formar un vaso? Se necesita de un criterio que indique el sentido en el que evolucionan los sucesos o las experiencias, y la entropía vino a resolver esta cuestión: los sucesos en la naturaleza siempre ocurren de manera que aumente el desorden del universo. O dicho de otro modo, la entropía del universo siempre aumenta. Miles de trozos de cristal, esparcidos en el suelo, forman un sistema mucho más desordenado que todos ellos colocados formando un vaso. Bien si con esto no está del todo claro, tendríamos que avivar un poco los trillones de conexiones. Yo ahora no puedo, estoy ocupado en esto.

Resumiré un poco, hemos llegado a la conclusión de que existen muchos mundos, con distintas formas y tamaños, en distintos medios, sí, confirmado, también se descubrieron en el medio azulado. Todos estos mundos tienen un origen común, un “Big Pfff”. Existen estructuras de producción de mundos, creadoras de mundos. Por cierto, no se ha observado ninguna relación posterior entre la estructura creadora y los mundos creados por la misma. Sin embargo, si parece que las estructuras creadoras tengan alguna conexión entre sí. Por otra parte, es común a todas las estructuras creadoras la falta de relación con el “Big Fppp”.

NOI trabajaron arduamente. Mirando hacia adentro, de sus cerebros, vieron claramente los trillones de dentritas y axones, incluso llegaron a ver los destellos físico químicos de las conexiones sinápticas, incluso llegaron a comprobar que muchas de las conexiones quedaban como automatizadas, con la inestimable ayuda de los neurotransmisores, lo que proporcionaba tremendas ventajas en cuanto a la economía energética del proceso. Nosotros, los ya organización MUIC, que cambió las siglas a NUIC (Nuestras Unipersonales Intransferibles Creencias), lo sabíamos ya, de hecho, casi todo. No me refiero a todo todo, más bien al conjunto de avances a los que podrían llegar NOI.

Se estableció, pero no se comprobó, que existía algún tipo de conexión entre el conjunto de mundos, incluidas las estructuras creadoras. No se podría crear el gran ente si previamente creábamos dos entes, el de las estructuras creadoras y el de los mundos creados. Además, habría que añadir al Gran Ente un nuevo grupo ya que, se había observado que las estructuras creadoras interactuaban con el medio que las sostenía. Concretamente, las primeras estructuras descubiertas, redondeadas, romas, sobre cuatro pilares, interactuaban con el medio de color verde, de forma brutal, desintegrando lo que podría ser otro gran mundo pero de distinta topología. También interactuaban con el medio azulado, provocando tremendas alteraciones en su forma y color, llegando a pasar de azuladas a marrones, las superficies visibles y los interiores. En conclusión, para no cansar, NOI afirmaron contundentemente que solamente habría un Gran Ente, Ente en el que se integrarían todas las estructuras creadoras de mundos, los mundos creados, y los distintos medios en los que se desenvolvían los anteriores.

NOI decidieron, unilateralmente, administrar las relaciones entre el Gran Ente y el resto de los mundos. Trataron de incluirnos a nosotros los de NUIC, que no nos dejamos. Así pasaron evos y evos. Estábamos proscritos. Pero se había creado un Gran Ente para un solo mundo. Se consiguió la fusión. Al nuevo mundo unos le llamaron Gaia. Gaia era la interactuación absoluta, pero el Gran Ente estaba aparte.

Nunca quedo claro del todo el interés de NOI, pero a los de NUIC nunca pudieron ni vencernos ni convencernos. Nosotros, DOPDLR, teníamos claro que Gaia era un mundo más dentro otros posibles mundos más. Aunque todavía no habíamos encontrado la estructura creadora de Gaia y otros mundos similares. Ya sabíamos a ciencia cierta quien había creado los primeros mundos, esas estructuras redondeadas, romas, sobre cuatro gruesos pilares. Incluso sabíamos ya que esas estructuras creadoras tenían dentro otras estructuras creadoras, que generaban nuevos mundos internos que seguramente incidirían en la creación de los mundos externos que fueron nuestro origen, lo dicho "The Big Pufff"


Estos procesos conscientes, eran ya comunes a todos los de NUIC, ¿serían tal vez Un subproducto del cerebro?
¿Cómo los procesos cerebrales pueden dar lugar a la experiencia consciente?... Complicado dilema se les planteó a los neurocientíficos que intentan abordar el problema de la consciencia, el más grande enigma de nuestra psique. El matemático y filósofo David J. Chalmers señala sobre ella que "nada hay que conozcamos de forma más directa, pero resulta dificilísimo conciliarla con el resto de nuestros conocimientos". Y es que a pesar de las elaboradas teorías reduccionistas planteadas por científicos de la talla de Christof Kock, Daniel Dennett o Roger Penrose -éste último incluso aplicando el modelo cuántico-, no es posible por ahora explicar la consciencia en sí. Y tal vez, como sostienen los más pesimistas, no sea posible nunca. Pero ya lo dice, se refiere a los pesimistas.

Los de NUIC somos pesimistas bien informados. Tenemos la información directa de nuestras primigenias habilidades y, sobre todo, de todas las percepciones sensoriales y extrasensoriales. Nunca podremos afirmar nada taxativamente, pero creemos que el conjunto Gaia, y la elaboración mental del Gran Ente, sean posiblemente el resultado de otra Gran Excreción. Nos da vergüenza reconocerlo. Aventuramos más. Dado nuestro conocimiento global y casi instantáneo, al que llegaremos como Punto Omega tal vez, afirmaríamos que tras cada proceso excretor/creador habrá que inventar un Gran Ente, que será seguramente el resultado de otro proceso excretor/creador. Estoy convencido de que, DOPDLR, llegaremos siempre a la misma conclusión, en dirección ascendente o descendente, hacia lo inconmensurablemente grande, o hacia lo inconmensurablemente pequeño. Solo me preocupa mantener MUIC, aunque sea dentro de NUIC. Aunque me preocupa también el transito de lo infinitamente pequeño hacia lo infinitamente grande. Ese tránsito me sitúa demasiado cerca del primer mundo creado por la primera estructura, redondeada y roma sobre cuatro pilares. Y la mayoría estaremos ahí si no nos aplicamos con la física cuántica y no conseguimos movernos DOPDLR.


***
Apostilla final I: He estado trabajando desde un plano de la realidad que me ha permitido escuchar, entre otros de la misma clase, y en la última hora, a Herbie Hancock en vivo con Jaco Pastorius. Una delicia.

Apostilla final II: Este plano de la realidad me obliga a marcharme a cenar. DOPDLR, probablemente sería hora de desayunar, o quizá, no estaría obligado a estas necesidades tan escatológicas.



***
No los conozco de nada, a los citados, pero suenan lindo (rellenan)



Viaje hacia el universo interior


Los relatos de aquellos que por diferentes vías -espontáneas o provocadas- han protagonizado una "experiencia transpersonal", que suele ser difícil de describir con palabras ya que trasciende el mundo de los sentidos, coinciden en muchos aspectos. El místico, el chamán, el médium, el que sufre una ECM, el que "canaliza" supuestas entidades astrales, el que medita, el que experimenta con sustancias alucinógenas, etc. suelen narrar prácticamente lo mismo. Cuando se encuentran bajo un "estado elevado de consciencia", las puertas de la percepción se les abren a un mismo escenario, a un "lugar" lleno de luz en el que se siente un estado de felicidad suprema.

Mark Probert: El espacio no es algo objetivo 'per se' que se difumina a lo lejos y puede ser cruzado en un viaje alucinatorio, sino un estado de conciencia, la extensión de la propia vida interior. El espacio es en sí mismo un estado de la energía universal, un campo de la conciencia del ser.

Sri Chinmoy: "Ningún pensamiento, ninguna forma: sólo existencia pura. La voluntad y el pensamiento se extinguen. El final definitivo de la danza de la naturaleza: yo soy Eso que he estado buscando".


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12 comentarios:

Mandarina azul dijo...

Desde mi más profunda MUIC a tu más loquequieras TUIC te lo digo: Me has quitado todo lo dicho de la lengua. Cachis, yo que lo iba a soltar también de un tirón… Penita que me da que teclees más deprisa que yo. ;)

humo dijo...

Brutal.
Lo que no entiendo, y por lo tanto admiro enormemente, es tu capacidad para expresarlo durante, o después.
Me he quedado helaíta.

Carlota dijo...

Alguien, por azar, leyó un curioso librito de física: "La interpretacion de los múltiples mundos de la mecánica cuantica". A cada instante, dice, el mundo que conocemos se divide en un número infinito de otros universos, con distintos futuros y distintos pasados. ¿Y si pudierais hallar una forma de penetrar en esos mundos paralelos? Y desde cualquiera de ellos modificar todo sobre el mundo que creemos real...¿nuestras decisiones modifican nuestros mundos? Lobsang Rampa dice en el Tercer Ojo: pensé que los que se marchaban de esta tierra eran los más afortunados. Mi experiencia en los viajes astrales me había enseñado que se pasaba allí mucho mejor que en este mundo...pero recordé que no estamos aquí porque nos guste, sino para aprender cosas...la vida en la Tierra es una escuela. Y por cierto, una escuela muy dura.
Me alegra que pertenezcas a Muic. Un abrazo.

Ester García dijo...

Hola ñoco, gracias por tu visita!

He de preguntarte, los textos son tuyos? Genial, siempre me ha gustado escribir, pero creo que me expreso mejor con imágenes que mediante texto...

Un besote, tb te visitaré a partir de ahora!

Feliz año que comienza

Anónimo dijo...

Ah... ¿esto es la Tierra?
Ya decía yo que no entiendo nada.
Lo siento, me equivoqué de planeta, me volveré al mío.
Que se llama Babia, por cierto.

Zanahoria dijo...

Pues lo que soy yo, lo he entendido todo todo y todo.

(xDDDDDDDDDDDDDDDDD)

Kiri dijo...

"...Cruzar el umbral de las nuevas dimensiones, recordar experiencias del pasado y de los siglos pretéritos al instante anterior a la concepción y a la visión de nuestro propio nacimiento...".
Me has hecho recodar a Las nueve revelaciones de James Redfield:-)

Ester García dijo...

Pues te voy a linkear igualmente,
merece la pena poder perderse entre tus textos e imágenes, ñoco..
Como se pierden las vacas en el Maizal...

:)

Besos!

Desde mi Atalaya dijo...

Ñoco que interesante y que similitud con las cosas pensadas y no dichas. Me inicie en la Fisica Cuantica hace algunos años atras, y realmente ha dado mucho aporte a mi vida, y me lo sigue dando....me felicito a mi misma por haberte encontrado y leido.

Un abrazo,

Soraya

Anónimo dijo...

Brillante.

Haideé Iglesias dijo...

Cada vez más cerca...

Marina dijo...

He soltado un Hada en tu bosque de palabras y se ha perdido. No ha encontrado la salida y se ha roto una de sus olas (no es un error). Me llamó deseperada; acudí en su ayuda pero no la encontré. Yo viajaba de Norte a Sur y ella de Norte a Norte, nadie le advirtió que tenía que mudar su recorrido.

Ñoco, por favor, cuando la encuentres envíala a esta dirección: C/ Siemprestoyaqui Nº Porsupuesto. Localidad. Mis abrazos. País. Minterior.

Ten cuidado, es pícara y ladina y puede que no quiera ser encontrada, pero cúrale el ola o no volverá a volar.

Un beso con polvo de Hada, lo vas a necesitar.